La democracia en México se reduce a elecciones periódicas, “fue un éxito que funcionara la parte operativa del Instituto Federal Electoral (IFE) a pesar del ambiente de violencia que se vive en el país, pero otros elementos de la calidad de la democracia no se cumplieron”, revela un estudio del investigador Roberto Tejeda Ávila, del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana.
El problema de la democracia electoral en México, plantea, es que los actores políticos encuentran incentivos en violar la ley porque el IFE resuelve asuntos de fiscalización un año y medio después cuando la sucesión del poder ya se dio, esto de acuerdo con un comunicado de prensa enviado por esa casa de estudios.
En los resultados preliminares de su investigación, alerta que las cúpulas de las principales instituciones electorales están tomadas por los partidos políticos porque son ellos quienes designan a los magistrados de la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y a los consejeros del IFE quienes a la hora de actuar lo hacen en función de devolver favores políticos. Ante esto, Tejeda Ávila propone que los consejeros electorales no debieran ser designados por los diputados, sino por instituciones universitarias u organizaciones civiles.
La investigación La calidad democrática del proceso electoral federal 2011-2012 en México es la continuación de la tesis doctoral del investigador Roberto Tejeda Ávila sobre el proceso electoral 2005-2006.
En el proceso electoral 2011-2012 -que aún no concluye hasta que el TEPJF dé su fallo ante las impugnaciones- asegura, que de acuerdo con su análisis, el árbitro electoral controló que los partidos políticos respetaran a cabalidad los tiempos que marcan los estatutos de ley para campañas y precampañas, pero se violaron los indicadores: cumplir con el gobierno de la ley, actuar con transparencia y rendir cuentas.
En varias circunstancias se violó la ley, por ejemplo en la compra y coacción del voto, con dinero sucio o limpio o a través de programas sociales, una actividad que todos los partidos, sin excepción, realizaron, contraviniendo así a la consolidación de la democracia en México, destaca.
El IFE, añade, exigirá a quienes cometieron ilícitos que paguen una multa “irrisoria” igual a la que rebasaron en topes de gastos de campaña con dinero de los contribuyentes.
A diferencia de otras democracias latinoamericanas como las de Argentina, Brasil y Chile que han venido contrarrestando problemas de corrupción e impunidad y que “han cerrado sus heridas”, metiendo a la cárcel a políticos y militares que reprimieron o abusaron, en México la práctica política sigue siendo la misma: corrupción e impunidad, plantea,
De acuerdo con sus observaciones, la democracia en México es una “democracia fachada”, sin embargo se ha consolidado la vía electoral como la opción pacífica para dirimir la pugna por el poder político.
En el proceso electoral federal 2012 en México, los partidos políticos y el árbitro electoral no contribuyeron al desarrollo de la democracia en México y sí favorecen que la corrupción y la impunidad sigan reinando en el país, reitera Roberto Tejeda Ávila, también académico Departamento de Estudios Internacionales de la Ibero.
#YOSOY132
En su texto, Tejeda dedica un capítulo a analizar la aparición del Movimiento #YoSoy132 como la expresión mexicana de los indignados, no sólo contra el candidato Enrique Peña Nieto y la falta de democratización de los medios, sino contra un modelo económico y político neoliberal que ha marginado a sectores vulnerables de la población y que deberá fortalecerse como contrapeso para el futuro escenario político que les espera a los mexicanos.
